mayo 25, 2016
RAE. Vulnerable. Del lat. vulnerabilis. Adj. Que puede ser herido o recibir lesión, física o moralmente.
Ha sido herido de muerte el viejo felino. No lo lesionó su depredador, tampoco fue un valiente cazador, a la fiera lo destruyó su propio poder, perdió la noción del territorio y su codicia insaciable lo expulsa de la reserva de protección en la que, por 42 años vivió sin arresto y donde la abundancia resultó insuficiente, como ausente la prudencia.
Quintana Roo, un estado donde la abundancia y la prosperidad son creadas por la iniciativa y acción de los empresarios, de la clase trabajadora y por supuesto de los turistas. Dígame estimado lector, ¿usted cree que el gobierno influye en la decisión del cangrejo azul, del tiburón ballena, de la tortuga marina o de los turistas para llegar a las costas de Quintana Roo? Ni yo. Por lo tanto, no podemos otorgar crédito, ni mérito al gobierno, porque es obligación de éste, brindar los servicios y condiciones para atender la llegada natural de los visitantes.
El gobierno estatal es la fiera que dominó esta selva del sureste de México, un territorio basto, de noble industria, a la que llegan los recursos por mar, por aire y por tierra y que derramada esta miel, provee a un país completo con el 1.5 % de su Producto Interno Bruto Nacional. Qué ironía, esta fiera entregó el futuro y hoy vulnerada, por su propio exceso, enfrenta la posible expulsión.
El cambio es inminente, solo requiere de un pueblo unido, inteligente, muy activo y participativo, que le regale este 5 de junio, a esta selva, un modelo sin rey. Le debemos todos a Quintana Roo, la llegada de una generación completa de hombres y mujeres que comprenden que la dolorosa situación que vive la sociedad quintanarroense con 75 % de pobres, puede cambiar con transparencia y trabajo, pero sobre todo con la reconciliación de su gobierno con el esfuerzo y la legalidad. Si la gente sale a votar, este estado vivirá muchos años para contar una historia de honor, hecha por gente responsable. Ya le toca ganar a los quintanarroenses ¿o no lo cree?
Soy Oscar Bernal
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