martes, 16 de diciembre de 2014

Poner a secar los chiles.

Poner a secar los chiles.

Recuerdo un hermoso pueblito de Michoacán llamado Querendaro, y durante las caminatas matutinas con mi padre, de pronto en las aceras irrumpian en el escenario viejos petates tejidos a mano que exponian al sol grandes cantidades de chiles secos.

Esas exposiciones nos referían gran variedad de especies, calidad y colores, pero la cantidad que cada agricultor tenía para mostrar era un mensaje, era su cosecha, su logro alcanzado, era lo que tenían para entregarle al pueblo.

¿Cuántos de nosotros atinamos en exponer nuestra misión en el lugar idóneo, de la manera correcta y para el fin mejor?

Un joven de 21 años, de nombre Adan Cortés Salas estudiante de ciencias políticas, con una bandera de México irrumpió en la entrega de los Premios Nobel y alcanzó a decir algunas súplicas a Malala Yousafzai para que supiera que en México los estudiantes viven con terror porque es el mismo estado quien los entrega para ser asesinandos.

Valoremos ese acto como #audaz, por la edad de Adan; #visionario, por la carrera que estudia; #oportuno, por los graves problemas de inseguridad, corrupción y conflictos de interés de la familia presidencial y del gran dolor que vive México; #idónea porque era justo el lugar en el que se hablaba de PAZ mundial.

Así motivado por su gran amor por México, expuso en la acera del mundo, un colorido petate lleno de dolores semejantes a chiles secos, producto real y auténtico del país que le duele pero que con orgullo y respeto transmitió al mundo.

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